Mantenerse seguro en la carretera se trata de eliminar la posibilidad de riesgos, incluidas las colisiones.
Algunas situaciones que pueden hacer que las colisiones sean más probables incluyen:
- Conducir distraído.
- Conducir bajo la influencia de drogas o alcohol.
- Conducir en condiciones climáticas adversas.
- Operar un vehículo que es mecánicamente inseguro.
- Tener neumáticos demasiado desgastados o desinflados incorrectamente.
- Exceso de velocidad.
- Tomar turnos y curvas demasiado rápido.
- Siguiendo muy de cerca.
- No usar sus intermitentes.
- Desobedecer las señales de tráfico y las luces.
- No ceder el derecho de paso a otros conductores.
- No dar a los motociclistas o bicicletas suficiente espacio.
- No detenerse en las intersecciones.
- Ser un conductor agresivo.
- No escanear el camino alrededor de su vehículo o fijar su vista en un solo lugar.
- Tener luces rotas o quemadas.
- Conducir cuando estás demasiado cansado.
- Conducir en un área desconocida o en un vehículo desconocido.
Conducir a la defensiva es una forma de asegurarse de que usted sea un conductor seguro y responsable y de que reconozca y evite los peligros antes de que se vuelvan demasiado peligrosos.
Puede encontrar más información sobre este tema en la Colisiones y Accidentes sección del manual del conductor oficial.